“El mundo ha cambiado y con él nuestra visión del trabajo y de lo que es posible”. Con estas palabras describió Cristina Rondón, Compensation & Benefits Manager de Smartmatic, la transformación que se está dando en Smartmatic tras meses de trabajo remoto en la gran mayoría de sus oficinas alrededor del mundo.
Actualmente la compañía está migrando hacia un modelo híbrido que combinará trabajo remoto y de oficina. Smartmatic se une así a muchas de las grandes empresas tecnológicas y de otros sectores que están repensando el futuro del trabajo de oficina a raíz de la pandemia.
“La decisión de continuar trabajando remotamente y establecer un modelo híbrido se basa en varias razones, entre ellas el feedback positivo de nuestros empleados y la intención de acelerar nuestra transformación digital para ser aun más eficientes y rentables. Tras consultarlo internamente se hizo evidente que nuestro talento valora los beneficios del teletrabajo. Ellos reportan mayor satisfacción trabajando desde casa y teniendo la posibilidad de ir a la oficina cuando así sea necesario. Esto hizo evidente que tener oficinas pensadas para que todos los empleados asistieran todos los días es hoy innecesario”, comenta Cristina.
Las encuestas realizadas en Smartmatic a lo largo de estos seis meses, indican que los empleados se sienten más a gusto combinando el trabajo de oficina con el teletrabajo. Más del 70 % indica que prefieren tener la flexibilidad de trabajar remotamente y asistir a la oficina un par de días a la semana o al mes. Curiosamente, menos del 15% de los empleados indicó tener preferencia por la alternativa de trabajar, principalmente, desde la oficina. A su vez, un 22% indica que preferiría trabajar 100% remoto.
Como empresa global, con oficinas en 12 países y proyectos en los cinco continentes, el trabajo remoto era ya parte de la rutina de muchos empleados en Smartmatic. Sin embargo, la crisis del COVID-19 aceleró este proceso. Tan solo las oficinas de Taiwán y Singapur han podido seguir trabajando sin mayores contratiempos. En el resto del mundo el teletrabajo se convirtió en la opción más recomendada por los expertos en salud y, en algunos países, es la única opción posible hasta el momento.
Mas allá de los beneficios obvios del trabajo remoto, esta modalidad también plantea retos importantes. Uno de ellos es mantener el compromiso e identificación con la empresa y su cultura organizacional. “Somos afortunados en tener una fuerza laboral flexible, con empleados comprometidos con la organización que saben enfocar sus energías en garantizar la mayor productividad posible. El gran reto es mantener este compromiso y sentido de pertenencia con la organización, pero bajo una dinámica muy distinta”.
Otro reto importante que plantea Cristina es que el trabajo remoto dificulta la interacción auténtica y espontánea entre empleados. “Es necesario que, a pesar de la distancia, se den esas interacciones menos formales, pero que tienen gran valor para la compañía y que también nos enriquecen como personas. Tenemos que pensar de forma innovadora para crear una nueva forma de trabajo. Queremos estar un paso delante de los retos y cambios que propone el mundo post-COVID”.
Yuval Noan Harari, uno de los filósofos más importantes del mundo, escribió cuando apenas comenzaba la pandemia: “Muchas soluciones planteadas para el corto plazo se convertirán en parte de nuestro día a día. Esa es la naturaleza de las emergencias. Estas aceleran procesos históricos. Decisiones que normalmente se debaten por años, se toman en cuestión de horas”. Pues bien, el trabajo remoto, algo que parecía ser parte de un futuro distante, es ahora una realidad. Muchos en Smartmatic lo están agradeciendo.