En el mundo hay más de dos mil millones de personas con algún tipo de discapacidad. Según un informe de la comisión de Derechos Humanos de la Unión Europea (UE), estas personas suelen verse muy afectadas por las limitaciones de la sociedad.
De hecho, el 90% de los sitios web son inaccesibles para las personas con discapacidades que dependen de la tecnología de asistencia (hablando solo de propiedades web). Asímismo, en muchos países cuando una persona con alguna discapacidad visual va a votar, requiere ayuda de un familiar o amigo, acabando así con su derecho a un voto secreto.
¿Te has preguntado si esto puede ser diferente? Liliana Saenz, diseñadora gráfica y gerente de interfaz de usuario de Smartmatic, se hace esta misma pregunta constantemente. Con más de 15 años de experiencia en temas de UX (User Experience) y UI (User Interface), Liliana está enfocada en llevar los estándares de accesibilidad a todos los rincones de la organización. “Con el estudio de la accesibilidad entendí que, si un lugar no es de fácil acceso o si o un objeto no está al alcance de todos, entonces son lugares u objetos deficientes”.
Aunque la accesibilidad es un concepto íntimamente relacionado con la inclusión de personas con alguna discapacidad permanente, Liliana nos explica que el concepto debe extenderse a todos por igual. “Hay discapacidades permanentes, pero también temporales y situacionales. En ocasiones tendrás dificultad para oír un video, y no porque tengas alguna condición permanente sino porque te encuentras en una situación particular. A esto le llamamos discapacidad situacional, y se arregla entonces si este video tiene subtítulos”.
Asimismo, respecto al alcance del estudio de la accesibilidad, es un concepto muy amplio que se aplica a casi todas las cosas que nos rodean y con las que interactuamos. La accesibilidad debe estar en todos lados. En el uso del teléfono móvil, sitios web, blogs, o redes sociales. En tu casa, en tu entorno, en una cocina, en un edificio, etc. Lograr esto implica diferentes soportes como: interfaces, distribución espacial de ambientes, acceso a lugares, educación, salud, señalización, entre un millón de aspectos más a considerar, argumenta Saenz.
Entendiendo que la tecnología puede ser un gran elemento igualador en las sociedades modernas, las empresas -como Smartmatic- sienten un gran compromiso con el concepto de accesibilidad. “Smartmatic no solo trata de que sus productos electorales, como las máquinas de votación, sean 100% accesibles, es decir, que cumplan con características de accesibilidad, sino que todo lo que crean y diseñan en la organización debe cumplir con estas características. “Desde los sitios web, un software para publicar resultados, hasta los folletos, documentación, o manuales”, nos dice Liliana.
Si en una organización todos entienden el concepto y lo aplican correctamente, entonces todos pueden ayudar. “Muchos creen que la accesibilidad es un concepto que solo debe ser entendido por diseñadores y desarrolladores, y la verdad es que todos creamos materiales que luego serán vistos por terceros. Para lograr la accesibilidad en todo lo que hacemos, lo más importante es que toda la organización entienda de qué se trata y porqué es tan importante”.
“En Smartmatic solemos organizar Learning Breaks, espacios donde tratamos de crear conciencia en cada uno de los miembros de la organización, para que cada uno de nosotros aporte su grano de arena entendiendo la importancia de cubrir estos estándares”.
Las transformaciones no ocurren de la noche a la mañana. Son procesos que requieren el trabajo del día a día. En Smartmatic trabajamos duro para cumplir con las exigencias de una sociedad que requiere cambios de parte de las empresas, y de las personas que la conforman. “Me siento súper orgullosa de ser parte de una empresa que revisa su rumbo constantemente para ver qué podemos hacer mejor”, finaliza Liliana.